Blanco y Negro

Al sentir la puerta cerrarse de lado a lado, las luces bajaron la mirada y cómplices unas de otras me mandaron esa señal cautiva. Entre líneas seguí mis pasos, mis manos buscaron de manera instantánea el bolígrafo. Sin sacar la mirada en plena oscuridad del papel que apenas divisaba. Después de 30 minutos, mis manos casi minusvalidas se sentían al no poder plasmar nada de lo que quería delimitar en aquel espacio.La confabulación contra mi era notoria, casi sin sentido…al no poder seguir…De repente en forma rauda e inusitada una pequeña luz de manera generosa se asoma bajo la puerta sobre el pasillo. No quite la vista y me dirigí con antelación, rompí el silencio abriendo la puerta, pero fue tal la luminosidad que no veía nada. Era inútil..la ausencia y presencia de luz me imposibilitaban.Cubriendo mis sienes con mis manos, con aun mi oído funcionando a la perfección. Sentí pisadas palpitantes que recorrían la casa… Saliendo de la luz abismante, regrese a la oscuridad extrema buscando dichos sonidos. Sin razón alguna sentí la misma puerta abrirse de par en par, cuando te vi, me cubrí de tu mirada…el color entro a quemarropa en dicha habitación. Mientras tus cabellos redondeaban tu silueta y alzaban mis energías. Las palabras brotaron al unísono como melodía, quise detener el tiempo. Quise muchas cosas…acerque mis intenciones, mientras tus manos sonrojaban mis deseos. Desde aquel momento…solo cierro los ojos y veo mas alla…de lo plasmado..

Rodrigo.